Semanas atrás, la cosmopolita Rosario fue conmovida por el doble homicidio del empresario Luis Medina y de su pareja Justina Pérez Castelli. "La narcocriminalidad llegó y se instaló en Rosario. Al principio parecía que iba a ser un fenómeno pasajero, pero llegó para quedarse", afirmó la jueza Penal de Instrucción Nº 2 de la ciudad santafecina, Alejandra Rodenas, a cargo de la instrucción por el asesinato con tintes mafioso ocurrido en el Acceso Sur de Rosario. "La Justicia tiene muy pocos elementos a su alcance desde el punto de vista del auxilio policial. No porque la policía no tenga buena voluntad para trabajar, pero no se trata de buena voluntad. Se trata de tener gente formada y de conocer de qué se tratan estos nuevos hechos o fenómenos. Inclusive son fenómenos, que en lo que concierne a la Justicia provincial no nos compete muchas veces investigarlos. Las cuestiones vinculadas con el tráfico y comercio de drogas es competencia de la Justicia Federal", dijo Rodenas. La sociedad política rosarina, dominada por un socialismo muy quelonio, se agitó. ¿Qué quiso decir Rodenas? Por ese motivo 'el Bigote' Acosta le solicitó una entrevista:
Alejandra Rodenas: "Hay un eje que se corre, inclusive cambian dinero por protección. Los viejos punteros del peronismo, y del radicalismo también, trabajaban en los barrios brindando obviamente una serie de asistencias que a veces el Estado no lo hacía porque estaba corrido. Pero esa es una ciencia muy peligrosa, muy cara" (Foto: Néstor Juncos).
VALOR AGREGADO
- "El sistema que usamos para investigar el narcotráfico, no se adecua a la realidad"
- "Buenos Aires es un muy buen centro de actividades criminales para el narcotráfico"
- "Desde Aníbal Fernández para acá, es un país amigable para los narcos"
- "Fue en la campaña de CFK donde hubo aportes del narcotráfico"
Entrevista de Raúl Acosta por LT8, de Rosario, a la jueza Alejandra Rodenas:
-El otro día leí una declaración suya –la leí en Twitter pero la tomó el diario (La Capital) y la publicó-, y ahora leí otra declaración. Primero la felicito: plantear el tema de nuevos actores sociales, que de eso se trata, cambio de paradigmas, que eso es lo que resulta, y plantear que en el siglo XXI los problemas de la sociedad son otros es estar prácticamente parada en el siglo XXI, que es lo que no tienen muchos actores políticos.
-Yo creo que si uno no se para en el siglo XXI se tiene que jubilar e ir a su casa. Esa sería una posibilidad y no es la mía. Tanto desde la Universidad como de este lugar, en el que trabajo hace tanto tiempo pero en el que a uno la realidad le estalla en la puerta, o la lee o la intenta leer –no quiere decir que mi lectura sea la única- , pero yo creo que eso está ocurriendo. Y no está ocurriendo hace uno o dos años, creo que este es un fenómeno, a mi entender, que se empezó a gestar en la ciudad de Rosario de la mano de algunos grupos vinculados a los barrabravas.
-Ahí es donde disiento. Creo que es cierto, pero no lo focalizo solamente en Rosario.
-No. Yo me refiero a la realidad de Rosario y esto lo puedo extender a otras ciudades del país. Lo que pasa es que Rosario adquirió en los últimos años un volumen más grande. Creo que el acompañamiento deportivo de las llamadas barras e hinchadas de fútbol hizo que se generaran estas cuestiones con un volumen mucho más chico del que estamos asistiendo ahora. De hecho, en cantidad de homicidios y enfrentamientos vinculados con este tema se circunscribían, podría decirlo y usted lo sabe también, a cuestiones y contiendas por el llamado parabalanzas, si podemos llamarlo de alguna manera, y en barrios muy definidos de Rosario. A ver, sin querer estigmatizar a nadie, la barra de Los Monos y Los Garompas ya existían cuando yo era secretaria de un juez de instrucción, hace 15 años atrás. Con lo cual estamos hablando de gente que algunos tienen procedencia del ámbito delictual común, por decirlo de laguna manera, viejos delincuentes que trabajaban en la delincuencia regular, y estos nuevos actores sociales que entran a jugar un rol preponderante y además a comportarse de otra manera en cuanto a sus hábitos, sus actitudes, sus gustos, su deseo de pertenencia, de ocupar un lugar social, que obviamente es absolutamente legítimo y lícito en la medida que sea por vía del trabajo y el esfuerzo.
-Doctora, ahí está el eje. Lo que veo, acompañando esto que usted dice, es que este sujeto, el narco social, se asienta en la sociedad, entrega desde dinero hasta facilidades para los cumpleaños de quince, las barriales que de ese modo dejan de tener problemas con los fideos, al yerba y el aceite porque la provista se la dan, y termina participando del comportamiento social y dando origen a un nuevo actor social en esos barrios. Ese nuevo actor social es al que no le importa la inocencia o la culpa, la actitud legal…
-Hay un eje que se corre, inclusive cambian dinero por protección. Los viejos punteros del peronismo, y del radicalismo también, trabajaban en los barrios brindando obviamente una serie de asistencias que a veces el Estado no lo hacía porque estaba corrido. Pero esa es una ciencia muy peligrosa, muy cara.
-El puntero político, el dirigente barrial ha perdido espacio. O acepta este nuevo modo y se integra o queda afuera.