La Cámara federal confirmó el procesamiento del supuesto fabricante de cocaína Delfín Zacarías y le pidió al juez Carlos Vera Barros que agudice la pesquisa sobre las fuerzas de seguridad que están vinculadas a la narcofamilia. Llamarán a indagatoria a Diego Comini, ex jefe de Drogas.
Alberto Carpintero| Cruz del Sur
El desbaratamiento de la cocina de cocaína atribuida Delfín David Zacarías el 5 de septiembre pasado fue uno de los hechos vinculados con la seguridad más importantes del año: tras una investigación del fiscal federal Juan Murray, la Policía Federal detuvo a catorce personas y se incautó de material probatorio sobre la manera en la que esta organización de fabricación y distribución de droga funcionaba. Ahora, la Cámara Federal acaba de ratificar los procesamientos de primera instancia, incluido el del policía federal José Luis Dabat, con lo cual los encausados quedaron al borde del juicio oral por integrar una banda destinada a la producción y tráfico de estupefacientes y el lavado del dinero producido. Pero además el tribunal le ordenó al juez federal Carlos Vera Barros profundizar la conexión policial: que le tome declaración indagatoria a Diego Comini, ex jefe de la Brigada Operativa Departamental de la Policía antinarcóticos provincial en la capital santafesina, sospechado de filtrar datos a Zacarías. A la vez, sugiere que se investiguen “posibles connivencias de los procesados con otros integrantes de las fuerzas de seguridad”.
La investigación, que comenzó en marzo pasado tras un tiroteo frente a un búnker que dejó una niña herida en el barrio La Cerámica, fue ascendiendo en nivel de responsabilidades y determinó que David Zacarías era el jefe de la organización con base en el departamento San Lorenzo. Allí era un personaje destacado, a tal punto que su hija apadrinaba una plaza y había conseguido una excepción del Concejo para la construcción de un gimnasio. La difusión de que era poseedor de 40 bienes inmuebles y una flotilla de autos, lo que figuraba en un informe de la Secretaría de Delitos Complejos, poco antes de los allanamientos, motivó reproches del fiscal Murray, que acusó a la provincia de poner en riesgo toda la operación Flipper, como se denominó la pesquisa.
Zacarías fue detenido en una vivienda de Las Achiras al 2500 de Funes, donde se incautaron 400 litros de acetona, precursor indispensable para transformar la pasta base (fueron secuestrados 300 kilos) en clorhidrato de cocaína. Otros 1.600 litros de acetona habían sido adquiridos por el jefe del clan Zacarías y se hallaron en poder de los vendedores.
Ahora, la sala A de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, compuesta por Liliana Arribillaga, Fernando Barbará y Carlos Carrillo, confirmó los procesamientos dictados por el juez Vera Barros contra David Zacarías (como jefe de la organización), su mujer Sandra Marín, su hijo Joel–para la Justicia, estos dos cocinaban con Delfín–; su hija Flavia, a quien le atribuyen un rol administrativo; y la ex mujer de Joel, Ruth Castro, por tenencia agravada de elementos para la fabricación de droga, además de lavado de dinero. El tribunal además confirmó el procesamiento de Gloria Zacarías y Fernando Ermacora –hermana y cuñado de David y a cuyo nombre figuran 25 cocheras– por encubrimiento.
De igual manera, fue ratificado el encausamiento de Edgardo Radovani, a cuyo nombre figuran algunos bienes que se presume son de Zacarías, al igual que la situación procesal de los bonaerenses Hugo, Alfredo y Javier Silva, acusados de proveer los precursores químicos a cambio de 340 mil pesos desde la localidad de Don Torcuato. Néstor Fernández, quien figura como dueño de la remisería Frecuencia Urbana de Granadero Baigorria atribuida a Zacarías y quien había recibido falta de mérito de parte de Vera Barros, ahora fue procesado por la Cámara luego de que el fiscal Murray apelara. Gonzalo Jaime, ex novio de Flavia, sigue procesado pero en libertad.
La conexión azul
También sigue procesado y con prisión preventiva el policía federal José Luis Dabat, a quien integrantes de la organización delictiva mencionaban como He-Man en sus comunicaciones. A través de ese sobrenombre en las escuchas telefónicas la Justicia federal pudo ligar a este suboficial que trabajaba en la sección Inteligencia de Drogas y Crimen Organizado de la Federal con la banda de Zacarías.
En las escuchas He-Man le avisa a Ruth Castro que “cierren las persianas” de los búnkeres porque iban a producirse allanamientos. Media hora después de ese aviso llegaron efectivos policiales a esas bocas de expendio en la zona norte de Rosario (Superí al 2900; Los Cocos y La Cumbre; Cosquín al 1900, y Boedo y Ghiraldo): sólo se encontraron con habitaciones vacías. En otra escucha se aprecia cómo David, tras su caída, llama a Gonzalo Jaime para que se contacte con He-Man y le avise que desarticule otras cocinas.
A su vez, la fiscalía había apelado la denegatoria del juez de tomar declaración indagatoria a Diego Comini por su posible participación en la banda. El tribunal hizo lugar al pedido, para lo cual tuvo en cuenta la complejidad de la causa, la cantidad de líneas de investigación que continúan abiertas y el hecho de que existen conversaciones telefónicas transcritas que lo vincularían con los procesados. Comini no sólo aparece en las escuchas sino que además admitió que es su voz la que consta en las grabaciones, como en la que, según la interpretación del fiscal, le avisa a Ruth Castro que están por producirse allanamientos. Comini está en disponibilidad por decisión del Ministerio de Seguridad provincial y ahora será formalmente acusado.
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