jueves, 21 de marzo de 2013

INSEGURIDAD REAL O SENSACION DE INSEGURIDAD


¿SOLUCION AL PROBLEMA DE INSEGURIDAD O PROSELITISMO MARKETINERO?
El gobierno  provincial está anunciando “importantes” reestructuraciones en la policía y que para muchos suenan alentadoras como herramientas para luchar contra la inseguridad que se está viviendo en el territorio provincial, pero en especial en las ciudades de Rosario y en la Capital provincial, sin quitar importancia a las situaciones particulares de las ciudades y pueblos del interior.
Las principales modificaciones que se planean llevar a cabo en la Institución policial son la fusión de las Unidades Regionales conformando 5 nodos, Territoriales de Seguridad, por otro lado la implementación de la policía Comunitaria o de proximidad, que estarán coordinadas o monitoreadas por las municipalidades, los Centros de Denuncias, las Brigadas de Investigaciones. Todas estas modificaciones  se suman a las ya implementadas en lo que es la Secretaría de Delitos Complejos, bajo la conducción de un profesional, que abarca los temas de Narcotráfico, Tratas de Personas y Delitos Económicos, como ser lavado de dinero y otros, el área de Protección de Testigos y la Dirección de Policía de Seguridad Vial.
En mi opinión estas modificaciones anunciadas no pueden por si sola ser herramientas eficientes para solucionar el grave problema de la inseguridad que aqueja a las ciudades y pueblos de la provincia. O sea, no veo en esta reestructuración de la Policía la solución al problema de la inseguridad, porque no se va al quid de la cuestión. Se quiere mostrar que se está haciendo algo, exhibiendo una pantalla que le sirve de telón para dejar detrás la verdadera pudrición. Esto es esconder la basura debajo de la alfombra, no reconocer su incapacidad para luchar seriamente contra las causas de la inseguridad. Porque es triste y lamentable tener que aceptar que la batalla la está ganando la delincuencia, la corrupción, la mafia organizada, el narcotráfico, el lavado de dinero etc.
Antes de gastar tanto dinero público y tiempo, debe ocuparse de implementar políticas de seguridad que ataquen a las causas más que a las consecuencias, y las causas tienen varias aristas. Las políticas sociales tan mentadas y poco implementadas son necesarias y de vital importancias, pero no son suficientes. Porque si los gobiernos locales implementaran realmente políticas de inclusión, integración, culturales, de salud, educación, etc.  tendrían ganada la mitad de la batalla. Pero no creo mucho en la seriedad de esas políticas a nivel local, no hay una campaña seria que se revele en acciones concretas y se prevea en los presupuestos anuales de los municipios para el trabajo social. Las acciones sociales con ese objetivo siempre son insuficientes  y los presupuestos anuales destinados a estas medidas se desvanecen en burocracias y más cargos públicos, mientras las sociedades se hunden en una alarma paranoica  de miedos, desesperación e inseguridad.
El gobierno provincial lejos está  de soluciones eficientes al problema, porque no quiere o porque no puede. O bien porque la lucha enserio contra las verdaderas causas de la inseguridad le significaría enfrentar a poderosos que manejan una economía subterránea los cuales se sostienen gracias a la corrupción de los funcionarios que le conceden protección a cambio de importantes sumas de dinero.
ü  Qué medidas toman  para atacar la corrupción y evitar que los funcionarios responsables sean cómplices de las organizaciones delictivas, o protectores de éstos. No basta con pasar a disponibilidad a un contingente de policía porque aceptó o pidió coimas, porque abusó de su autoridad, violando los Derechos Humanos al esclarecer los hechos bajo torturas o vejámenes o descabezar una cúpula, sea de una Comisaría, Unidad Regional, Dirección o de la misma Jefatura de policía provincial. Es necesario llegar al primer eslabón de la corrupción, que en la mayoría de los casos está arraigado en el poder político, en la propia persona que es elegida por el pueblo o puesta por ésta. En el desbaratamiento de las cajas negras, productos de los siderales montos que se reciben para permitir el narco tráfico, la tratas de personas, del robo de automotor, el lavado de dinero proveniente de la mafia organizada; que lejos de agotarse en la cúpula policial, se benefician necesariamente los funcionarios del poder político y el sinceramiento de como se sostienen indemnes estas bandas delictivas en el tiempo sin que  ningún gobierno pueda exterminarlas. No habría bandas delictivas exitosas sin el apoyo implacable de la corrupción estructural de los funcionarios públicos.
ü  Qué medidas toman para evitar la ineficacia e ineficiencia del Estado en la solución de los problemas de seguridad. Trabajar en una Comisaría, o en el Comando Radioeléctrico con los mínimos recursos que están lejos a los requerimientos sociales es desmoralizante para el funcionario que está a cargo de la Dependencia. Una comisaría de esta región norteña (Reconquista, Malabrigo, Avellaneda, Villa Ocampo, Las Toscas, Florencia, Villa Guillermina), tiene más carencias que abundancias, no cuentan con los recursos necesarios acorde a los objetivos sociales. Las carencias de recursos son logístico humano y financiero, a tal punto que obliga los Jefes de Dependencias recurrir a las Cooperadoras y a la colaboración de los vecinos. La falta de personal para cumplir con los objetivos de Seguridad ciudadana es alarmante, a tal punto que no se cubren con los requerimientos diarios de la sociedad si no fuera por los recargos, horas extras y excesos de horas de trabajos del personal.
ü  Qué hacen para que se respeten los Derechos Humanos de los encargados del orden. El policía cobra un sueldo de miseria y trabaja en condiciones laborales y de salud totalmente precaria e indigna y es víctima de atropellos como cualquier otro trabajador. El personal policial tiene que costearse su uniforme, porque a pesar de que se destina en las asignaciones un monto para uniforme, es irrisorio comparado con los precios de la indumentaria. Trabaja además, por la falta de personal, con exceso de horas laborales y para poder aumentar sus ingresos, en sus horas de descanso tienen que hacer Servicios de Policía Adicionales, que en definitiva sus horas de descanso y para dedicarle a su familia y recreación, se reduce al mínimo. El trabajador policial no tiene derecho a reclamar por todos estos atropellos, porque no están legalmente autorizados a agremiarse ni a hacer uso del derecho constitucional de huelga para reclamar mejoras salariales y laborales.
Por todo ello, y mucho más, digo que el gobierno provincial no ataca el problema de la Inseguridad en sus causas, sino que va improvisando, poniendo parches o implementando medidas a corto plazo que terminan siendo insuficientes. Cambia de nombre a las Dependencias (de Dirección de Drogas Peligrosas a Dirección de Control y Prevención de Adicciones y ahora a Secretaría de Delitos Complejos; de Patrullajes Preventivos, BOU, Rondines, Cuadrículas a Policía Comunitaria o de Proximidad; de Sección Sumarios a Centros de Denuncias; de Agrupación de Unidades Especiales a Dirección de Investigaciones, etc.) y anunciando la fusión de las Unidades Regionales en Nodos Territoriales, que en teoría pueden presentarse como innovadoras y superadoras, pero que en la práctica distan mucho de ser las verdaderas soluciones a los problemas, ya que no existe el acompañamiento presupuestario necesario para su implementación y no se está atacando a la raíz del problema de la Inseguridad. No dejan de ser, en este año electoral, propaganda proselitista más que soluciones reales.-                               
      
                                                            

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